Isabel Ramírez Cuentacuentos

Narración, participación y convivencia

A todos nos gusta escuchar historias, es inevitable. Un cuento nos puede seducir al extremo de trasladar nuestros pensamientos a vivir una historia ajena.

Esta vivencia dirigida nos lleva a experimentar diferentes emociones. Nos transporta a lugares cercanos o distantes, reales o imaginarios, donde nos sentimos hallados o extraños. Nos presenta personajes a quienes llegamos a amar o rechazar. Y nos hace vivir experiencias nuevas o revivir las parecidas a las nuestras.

Pero creo que lo más carismático de esta vivencia conducida, y la razón de su encanto, es que durante este recorrido de sucesos, alegres, tristes o molestos, nos construimos y reconstruimos. Así como nos identificamos con personajes o vivencias, nos podemos ver reflejados y encontrar aspectos de nuestra vida de los que antes no habíamos reflexionado.

En esta dinámica entre el lector y el libro, el narrador oral es el mediador, quien haciendo uso de todas sus habilidades trata de detonar al máximo la explosión de sentimientos y cristalizar la narración oral en una vivencia significativa.

Como todo cuentacuentos, en busca de llevar al espectador a vivir al máximo la narración que escucha, he tratado de definir un estilo en las narraciones orales que ofrezco. Estilo que tiene como característica el uso de diversos apoyos visuales y la confabulación espontánea de los espectadores.

Comienzo de manera habitual con un libro en mano, hablando del título, el autor y las características del cuento. En seguida, tomo un tinte menos tradicional, invito a quien quiera participar a ayudarme a narrar la historia. Los asistentes son convocados a apoderarse de un personaje. Con sencillos apoyos visuales, los transformo en los protagonistas del cuento; una mascada puede convertir a un niño en un fiero pirata o unos viejos lentes a una niña en científica. Y sobre todo les permito expresarse libremente.

A medida que voy contando el cuento, el narrador deja de ser el interlocutor principal, los actores se vuelven el centro de atracción, quienes ineludiblemente van integrando a los presentes a formar parte del cuento.

Todos, narrador, personajes y espectadores, convivimos al ritmo de la historia, así, la narración se convierte en una vivencia colectiva. Es gratificante escuchar la respuesta del grupo, gritos de alegría, tristeza o desesperación armónicos al cuento. Y refrescante que los personajes, tan sumergidos en su papel, cambien espontáneamente el desenlace del cuento, poniendo en serios aprietos al narrador, pero ese . . . es otro cuento.

5 comentarios:

  1. LA LECTURA NOS VUELVE LIBRES DE PENSAMIENTO!!! alimenta la creatividad, escribimos mejor... debemos leerles a los niños EL MAESTRO DEBE PREDICAR CON EL EJEMPLO :) un abrazo!!!

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  2. LA LECTURA ES UNA ENORME VENTANA HACIA HORIZONTES INFINITOS....... TE DA HERRAMIENTAS PARA LA VIDA Y NUTRES EL ALMA!!! FELICIDADES MAESTRA ISABEL POR ESTE HERMOSO BLOG!!! Y QUE SIGA CRECIENDO CON BUENAS NUEVAS!!!!!
    JOSUÉ HIRAM TISNADO TOGO.

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  3. ARMANDO ESCOBOSA MENDOZA13 de febrero de 2012, 18:47

    Maestra:
    Le felicito por emprender este tipo proyectos ya que considero de gran relevancia iniciar a cuantos maestros sea posible en estas plataformas que nos invitan a ser mejores docentes y a compartir experiencias valiosísimas para nuestro trabajo.

    Siga adelante que nosotros le apoyaremos siempre.

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  4. HOLA ME ENCANTO ESTE BLOG, ME GUSTARIA SABER SI TIENE EL LIBRO CAMINOS DE PAPEL DE CONAFE, ES UN LIBRO MUY DIVERTIDO PARA LOS NIÑOS... SALUDOS ESPERO RESPUESTA.

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  5. Éxito maestra! Sembrando semillas para cosechar humanos que hagan nuestro planeta un hermoso paraíso.y con ese gran talento que Dios le dió es un deleite poder escucharla en cualquier cuento. Abrazos enormes desde Los Cabos y espero pronto pueda estar por acá compartiendo con nuestra gente.

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